More, el guardián de La Franja

*Se unió a la Franja en 1964 sin tener muy claro a dónde estaba llegando y a sus 72 años de edad, Rogelio Cruz Flores es una historia digna de enmarcar

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- Rogelio Cruz siempre fue el guardián del Puebla y de sus jugadores. Cuando ‘el More’ se encargaba de la ropa y los zapatos, la perfección existía y se veía en el vestidor, donde nada estaba fuera de lugar y todos tenían todo lo que necesitaban para entrenar y trabajar.

Se unió a la Franja en 1964 sin tener muy claro a dónde estaba llegando, pues el club, como ave fénix, renacía tras su desaparición en 1955 por problemas económicos, pero ahora buscaba echar raíces para poder establecerse como el equipo de futbol de la ciudad, aunque para eso, necesitaba alguien que se encargara de tratar bien al jugador, de mimarlo y ordenarle todo.

La directiva encabezada por don Joaquín Díaz Loredo se dio a la tarea de encontrar un trabajador todo terreno y un día en su búsqueda por el estadio Zaragoza, vio a un joven chaparrito, morenito, de unos 17 años, que ayudaba al bat boy de Pericos con una energía que contagiaba, por lo que la decisión la tomaron rápido: “él va a ser nuestro utilero”.

Respetando la autoridad de su papá, le preguntaron si daba permiso de trabajar y éste a su vez preguntó a Rogelio, quien simplemente asentó con la cabeza, sin realmente estar consciente de la decisión que había tomado.

“Primero empecé de masajista, también ayudaba con el registro de los jugadores ante la Federación, pero después se fue el utilero, me dieron ese puesto y ya no lo solté”, recuerda con su memoria intacta, esa que se ha alimentado con las escenas más gloriosas del Puebla como los campeonatos, pero también con la pesadumbre de los descensos.

Han pasado decenas de técnicos y directivos, cientos de jugadores, el club ha cambiado de franquicia, de colores y hasta de nombre, pero el único que nunca se fue es ‘el More’, quien por más de 55 años le entregó su vida a la institución con una fidelidad y amor que pocas veces se puede ver.

“Cuando no había lavanderías, mi hermana era la que me ayudaba a lavar los uniformes, ya después fue mi esposa. Nos parábamos a las cinco y media de la mañana, siempre trataba de llegar al estadio desde antes de las siete para comenzar a acomodar todo y que cuando los jugadores llegaran a entrenar encontraran todo listo”.

Y es que el Puebla ha sido una fuente de trabajo no solo para el More, pues además de su esposa, sus hijos crecieron en un entorno futbolístico tanto así que se unieron a él para formar el crew de utilería ‘los Mores’.

Pero ¿qué hace un utilero? La respuesta es simple y contundente: todo. Desde bolear los zapatos (cuando eran de piel) ahora asearlos, hasta doblar y acomodar toda la ropa de entrenamiento de los jugadores, llevarla a la lavandería, y tener una clara cercanía con el preparador físico para acercarle todo el material de trabajo que necesite, como conos, picas, aros, bandas de delimitación y obviamente, los balones.

El ’Morejón’, como es su apodo completo y que surgió por su parecido a un beisbolista, tomó una relevancia tan grande en el futbol mexicano que hay quienes aseguran que Chespirito se inspiró en él para recrear al Chanfle, quien también era pequeñito y bonachón, con la ropa siempre holgada.

“A mi papá le daban la ropa de los jugadores, pero como él es chaparrito, siempre le quedaba grande, entonces de ahí Chespirito tomó la idea para hacer el Chanfle”, relata Germán, uno de sus hijos quien ha heredado el puesto.

Porque ni cuando el Puebla descendió en el 2005, Rogelio se fue del club, no había poder humano que lo sacara del club, pero llegó la pandemia y la historia cambió, pues tras más de cinco décadas de trabajo ininterrumpido, su familia y él decidieron que se resguardara en su casa, dejándole el changarro encargado a sus hijos Pedro y Germán.

Su apoyo aun estando lejos sigue siendo incondicional, tanto así que como fiel devoto de la virgen de Guadalupe, en el altar de su casa se encomienda para que al Puebla le vaya bien y sobre todo que en el vestidor siga habiendo el orden que a él siempre le gustó.

A sus 72 años de edad, Rogelio Cruz Flores es una historia digna de enmarcar no solo por el Puebla sino por la misma Liga, pues esto es el ejemplo de un hombre que ha dedicado día y noche a servir a un equipo de gran historia y tradición dentro del futbol en México.  Con su carisma, humildad, entrega y profesionalismo, don Rogelio es y será un ejemplo.

“Esta enfermedad no rompe mi trayectoria de trabajo, pero sí hay una pausa”, dijo don More a su regreso al Cuauhtémoc en la semifinal de vuelta que el Puebla venció a Santos por 1 a 0, pero no le alcanzó para meterse a la final.

 

 

 

Compartir: