Chamuel, una mini estrella de la vida

*Trabajaba en un estacionamiento de Walmart hasta que lo llamó Místico para que regresara a la Lucha Libre y ahora es una estrella del Consejo Mundial de la Lucha Libre

Antonio Zamora

Ciudad de México. – Ya era muy noche, estaba por cerrar la tienda y apenas tenía unas monedas ganadas, no había sido un buen día en el estacionamiento del Walmart donde llevaba unos meses trabajando como viene viene. Igual que la noche anterior, dormiría sin cenar. Ya iba en el pesero rumbo a su casa cuando le llegó un mensaje de texto a su celular, era de Místico, el mejor luchador que ha tenido México en los últimos veinte años.

Ahí cambió la vida de Chamuel, que ahora es uno de las mini estrellas del Consejo Mundial de Lucha Libre, pero que en ese momento pasaba por depresión y que recibió la ayuda del ‘Místico Original’ para poder regresar al pancracio, el cual había dejado hasta en dos ocasiones por falta de oportunidades.

“Lo mejor que me ha dejado la lucha libre es ser más humano, aunque valoro todo lo que he hecho en mi vida como estar en carteles importantes como en un aniversario de la Arena México o ser el primer campeón mundial micro”, son las palabras de este gladiador nacido en la comunidad de San Juan Tuxco, en el municipio poblano de San Martín Texmelucan.

José García, su nombre real, ha aprovechado sus 128 centímetros de altura y 55 kilogramos de peso para destacar en la modalidad de luchadores mini, haciendo historia en 2019 al coronarse como el primer campeón mundial de la categoría e incluso protagonizando el aniversario 86 de la Arena México, el templo de la lucha libre en el país.

Pero su camino en este deporte no ha sido fácil, de hecho se volvió tan complicado que tiró la toalla en dos ocasiones, primero por una dura cirugía de corrección ósea que lo tuvo mucho tiempo en recuperación, y la segunda por el poco rodaje que le daban en las funciones, algo que lo llevó a abandonar su sueño y ponerse a trabajar en los estacionamientos como acomodador de coches.

“En la lucha libre inicié como mascotita, después tomé el personaje de ‘Chucky’ y del ‘Hombre Bala’, pero me alejé un tiempo porque me hicieron operaciones de tibia y peroné y tardé en mi rehabilitación. Luego de la cirugía un excompañero me contactó y me propuso que hiciéramos un equipo y ahí tomé el personaje de Chamuel, comencé a abrirme camino, pero me desilusioné porque llegó el momento que no me tomaban en cuenta”.

Después de que Místico lo convenció, en 2017 hizo una prueba y se pudo incorporar al roster del CMLL, una de las empresas más importantes del mundo dentro de la Lucha Libre, y solo dos años después vivió dos de los mejores momentos de su carrera, primero en septiembre protagonizando una función de aniversario de la Arena México cuando perdió su máscara ante Microman, y después en diciembre cuando se alzó como el primer campeón mundial de Microestrellas.

“Fue un giro de 360 grados (perder la máscara), al quitarme algo que es de mi carrera, que siempre había cubierto mi incógnita, pues para todo luchador es un golpe muy bajo quitarle la mejor presea que es la máscara, pero de esas cosas aprende uno, los golpes, las caídas, las derrotas y pues aquí estamos saliendo, sacando lo mejor de uno y aprendiendo de los errores”.

Si bien perder su incógnita fue un golpe duro e incluso le generó dudas sobre su carrera, Chamuel está curtido, sabe lo que es atravesar dificultades, como cuando se aventuró y llegó desde su pueblo a la Ciudad de México a buscar a su familia, sin saber lo que el destino le depararía.

“Yo trabajaba en la Central de Abasto en Puebla y venía a la de Ciudad de México a comprar hortalizas, hasta que un día decidí quedarme a la aventura, sabía que tenía familia aquí, los encontré y me vine con ellos, me llevaron a su casa y ahí estuve un tiempo, terminé la mitad de mis estudios y ahí mi tío me invitó a entrenar en el gimnasio Latinoamericano en La Merced, donde daba clases de box profesional, pero después me enamoré de la lucha libre, aunque nunca me imaginé que iba a acabar de luchador”.

Hoy José García es un luchador consolidado, con 14 años de experiencia y muchos objetivos por alcanzar, aunque el más grande es el de luchar en Japón, algo que estuvo cerca de lograr, pero que la pandemia obligó a la cancelación del viaje, aunque su sueño no se apaga.

“En el ámbito de la lucha libre tengo muchos sueños, entre junio y julio íbamos ir a Japón, ojalá y no se caiga esa propuesta de trabajo porque como todo luchador ansío y anhelo, deseo mucho internacionalizarme, representar México, representar el primer campeón mundial de los Microestrellas y darle una buena imagen a la empresa de CMLL, que le da la oportunidad a personas de baja estatura”.

 

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