Los hilos de Hilda

*La artesana del Pueblo Mágico de Cuetzalan no sólo crea sus propios diseños bordados, también de rescata de sus abuelas para que jamás se pierdan

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- Cuando Hilda Fuentes borda va contando los puntos que hace cuando introduce la aguja en la tela y jala el hilo. No puede perder las cuentas, si quiere que el diseño le salga como lo ha imaginado. Se le llama técnica del pepenado, un tipo de bordado que junto a su familia aplica para crear prendas, llaveros, monederos, diademas y tortilleos.

Es originaria de Cuetzalan y no sólo crea sus propios diseños, también se ha dado a la tarea de rescatar los de sus abuelas para que no queden en el olvido. Las prendas que ha encontrado en sus closets, las ha desempolvado y adaptado a otros cortes más modernos.

Hay blusas de tirantes, blusas con mangas largas, con colores vívidos, entre amarillo, azul, verde, rosas y morados, las cuales vende más en las zonas urbanas que en su comunidad natal.

“Los dibujos los tenemos desde antes, los hemos venido rescatando algunos dibujos de los años 70, son los que portaban nuestras abuelitas. Había blusas que todavía no se desgastaban y de ahí fuimos rescatando e ir completándole para que se vea más bonita”, dice.

Mientras los diseños de las prendas de sus abuelas se tratan de flores, los de ellos son animales y figuras geométricas. Hilda trabaja al lado de sus sobrinas y su nuera. Cuenta que aprendió a bordar desde pequeña, gracias a su madre, y de hacerlo en pulseras, playeras, blusas, también llevaron sus hilos a las diademas y llaveros.

Cuando habla de su trabajo y del porqué es necesario mostrar con orgullo lo que ha hecho con agujas, hincha el pecho, sonríe y asegura que así sigue con su cultura, con todo lo que le enseñaron sus padres.

“Esto viene desde pequeñas pues, porque nuestros padres nos enseñaron a seguir con nuestra cultura, seguir llevando nuestras tradiciones, sobre todo eso, representar todo eso y orgullosos de pertenecer a Puebla. Nos da mucho valor, porque nos demuestra de dónde somos”.

Para que una de las prendas que hace Hilda junto a su familia esté lista, puede tardar hasta un mes, porque le tienen que dedicar de seis a ocho horas, algo imposible cuando también es ama de casa.

Hilda asiste a diversos eventos expositores para dar a conocer orgullosa de su trabajo, por eso pide que si hay alguno más donde la puedan invitar y visibilizar su historia, sería lo ideal para continuar con la promoción de sus prendas.

Entre las piezas que comercializa se encuentran las blusas de manga largas que cuestan 650 pesos, mientras que hay otros bordados en tela de nopal, que oscilan entre los 800 a mil 200 y mil 500 pesos.

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