Paul Moreno, el orgullo camotero

*A los 19 años llegó a Puebla y en la década de los ochentas logró con el equipo camotero ser Campeón de Liga y de Copa y después de cuatro décadas se ha convertido en un personaje invaluable para la ciudad

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- Llegó a Puebla con 19 años de edad dejando todo atrás, pero con las maletas llena de ilusión y 40 años después, Paul Moreno está cerca de decirle adiós al futbol poblano, ese al que ha entregado prácticamente su vida dentro de la cancha y como entrenador.

Se le puede reconocer por sus logros como futbolista o como técnico, pero la gente lo aprecia por su sencillez, esa que le permite ser uno de los mejores jugadores que ha portado la playera de la Franja y siempre contestar muy amable los saludos que recibe cuando camina por la calle.

“Puebla es mi equipo, es mi casa, es mi orgullo, mi esposa, mis hijos, mis hermanos le vamos al Puebla porque aprendimos a querer y amarlo. Al equipo como tal yo le tengo mucho cariño, le estoy muy agradecido al Puebla en el que jugué yo, de ese momento, con esos directivos, con Pedro Ángel Palou, con esa gente que me tocó”.

Moreno integró el plantel que en 1983 le dio a la ciudad algo que no conocía, el primer título de Liga, y que cimentó el camino para lo que fue una década dorada para Puebla.

“Con mis compañeros logramos cosas que no se habían hecho aquí: Campeón de Liga, Campeón de Copa (87), gracias también a los técnicos que tuve como Hugo Fernández, Manolo Lapuente, Leonel Urbina que de repente es olvidado, y Pedro García. También agradecido con la afición que nos tocó vivir esos momentos”.

Ahora en su faceta como aficionado, no disfruta la actualidad de los blanquiazules, considera que el manejo de la actual directiva está muy alejado del que se requiere para regresarlo a los lugares de gloria.

Campeón de Liga y monarca de la Copa México en 1988, el nacido en Chihuahua, pero poblano por adopción, está por culminar su etapa como director técnico en la que también pudo dirigir al Puebla durante su estancia en Segunda División y desde hace varios años se hizo responsable del equipo varonil representante del tecnológico de Monterrey campus Puebla.

Así llegará su fin la invaluable labor de Paul René Moreno que le entregó su vida al fútbol poblano y que tendrá que ser recordado como uno de los personajes que más nutrió al balompié del estado en toda su historia.

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