La artista de los clavos

*Desde Puebla, Yovana Guerrero, la artista del string art y una estrella en redes sociales, crea impactantes obras de arte con miles de clavos y cientos de kilómetros de hilos

Carolina Miranda

Puebla, Pue.- La imagen de Yovana Guerrero, una mujer de facciones delicadas y menudita, contrasta con sus herramientas de trabajo: madera, clavos, martillo e hilo.

La delicadeza de las manos de Yovana y la aguda visión de sus ojos, se mezclan con los instrumentos propios de trabajos rudos y en una amalgama perfecta surgen verdaderas obras de arte.

Cuando la mujer de 1.69 y 55 kilos de peso, comparte sus obras en sus redes sociales, donde es una verdadera estrella conocida como “La artista de los clavos”, es difícil dimensionar el trabajo que logra.

Parece fácil describir un retrato con 70 clavitos clavados en un trozo de madera, pero lo más incomprensible es imaginar seis mil 116 clavos y siete kilómetros de hilo para recrear una mariposa monarca.

Yovana, la poblana de 35 años, es una artista del string art o hilorama con más de 160 obras en su haber, con apasionantes retratos, como los de sus padres, pasando por Charlie Chaplin, El Sombrerero, Freddie Mercury, Cantinflas, así como figuras geométricas, animales y personajes de la Guerra de las Galaxias.

“Agradezco a mis manos, a mis ojos, a mi espalda, a mi cuerpo el poderme permitir hacer cosas así y de la misma manera lo cuido mucho (…) me gusta mucho lo que hago y quiero estar bien para seguir haciéndolo el tiempo que me de la vida”, afirma Yovana.

La fotografía de Yovana al lado de una de las piezas emblemáticas de Andy Warhol, la lata de sopa Campbell, deslumbra en sus redes sociales; como también “Pop sunglasses”, con el colorido rostro de la mujer ocultando sus ojos con unos lentes bien definidos.

Describe su arduo trabajo como algo que le genera mucha paz, como una terapia. Desde su primera obra -recuerda-, sintió que pudo desconectarse del mundo y conectarse consigo.

“Lo disfruto un poquito más porque es cuando le vas dando y vas viendo el resultado más cerca, entonces al ir poniendo el color, te vas acercando a ese resultado que tengo en la mente y al ir viendo que me voy acercando es esa satisfacción de decir: híjole qué bonito está quedando”.

Miles de clavos, cientos de metros de de coloridos hilos y miles de golpes construyen el pasado, presente y futuro de Yovana, la artista cuyo golpeteo del martillo sobre el clavo dejó de ser un ruido ruidoso, para convertirse en algo que puede sentir en su cuerpo y alma.

 

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