Jacarandas, visitantes recurrentes

*En distintos sitios de la ciudad de Puebla, resurgen los colores de árboles milenarios y tapizan las calles con alfombras coloridas

Guadalupe Juárez

Puebla Pue.- Los árboles que suelen dormir por meses, despiertan para llenar de color morado las calles y avenidas de la capital poblana: jacarandas.

Entre el smog, los claxon y el bullicio de una ciudad, basta mirar hacia el cielo para notar cómo poco a poco los pétalos morados florecen y tapizan a Puebla por todas partes.

Las calles permanecen con sus pétalos formando alfombras por dos meses, luego, en silencio se deshojan hasta que no queda rastro del morado y los árboles vuelven a dormir.

Puebla es uno de los cinco estados en los que es posible observar este árbol, junto a Ciudad de México, Querétaro, Oaxaca y Estado de México.

Uno de los lugares donde se puede disfrutar del árbol peculiar durante la primavera es el Barrio del Artista, sitio donde personas se inspiran por el paisaje que regalan, parejas que se resguardan debajo de su sombra o quienes se dedican sólo a admirarlas.

En el Barrio hay tres árboles, uno que contrasta con La Casa del torno y su color rojo en las paredes, otro que da sombra a los talleres de pintores y uno más que permanece entre las escaleras blancas del sitio.

Una de las avenidas con más jacarandas, que sobresalen al lado de otros árboles, es el bulevar 5 de Mayo, específicamente en el ángel custodio. Pero pueden encontrarse hasta la 31 Poniente, en donde los camellones se cubren de una alfombra morada.

También es común observarlas en el barrio de Analco, en el Paseo Bravo y en algunas calles de la colonia El Carmen. El Jardín Federico Escobedo es el sitio con más jacarandas en la ciudad, ubicadas en la 16 de septiembre y 21 Oriente. Marzo y abril el lugar es por completo morado.

Las jacarandas son originarias de Sudamérica, son comunes en Brasil y Paraguay, pero fueron traídas a México por los migrantes japoneses Tatsaguro Matsumoto y Sanshiro Matsumo, quienes las cultivaron en un negocio que tenían en la colonia Roma.

Tatsaguro era un paisajista, dedicado a construir jardines preciosos para las familias más acaudaladas del país, incluyendo a políticos.

Fue esta relación que los llevó a recomendarle al presidente Álvaro Obregón plantar las jacarandas en las principales avenidas, ya que consideraban que podían mantenerse por las condiciones climatológicas de México.

La jacaranda es un árbol de hasta 20 metros de alto, con un tronco torcido ramificado, con una copa en forma de paraguas.  Sus flores contienen una gran cantidad de néctar que suelen atraer a diversas aves e insectos.

Su madera es utilizada para fabricar instrumentos musicales, de hecho, su nombre proviene del guaraní, que significa “madera fuerte”.

 

 

 

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