Béisbol, un amor heredado

*Irazú Guerrero es la única scorer mujer en México y su sueño de hacer historia en el Rey de los Deportes surgió en los diamantes en donde veía jugar a su papá en Izúcar de Matamoros

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- El amor de Irazú Guerrero por el beisbol es heredado, viendo a su padre jugar en las ligas amateur de Izúcar de Matamoros se convenció que su vida iba a tener 108 costuras, como la pelota que la ha guiado hacia lugares impensados y que ahora la tiene en Pericos de Puebla como la única scorer de México.

El scorer, mejor conocido como anotador, o en este caso anotadora de beisbol, debe ser experta en el juego, pues es la encargada de llevar el registro de las jugadas durante un encuentro, por lo que se convierte en la única autoridad que puede tomar decisiones de criterio, por ejemplo, es responsable de definir si en una jugada hay hit del bateador o error a la defensiva.

Irazú desarrolló esa expertis gracias a que su padre es todavía un destacado pelotero amateur que le inculcó la pelota desde muy pequeña, por eso ella ve este deporte como el amor de su vida, pero le encontró el gusto en la anotación de jugadas y desarrolló una habilidad que la impulsó a convertirse en la primera y única anotadora mujer en México.

Todos los recuerdos de su niñez están ligados al diamante, los bates y las pelotas, pues sus primeros pasos los dio en los terrenos de juego donde su papá jugaba, por lo que su conexión prácticamente fue inevitable.

“Mi papá siempre fue un jugador sobresaliente de la región y me presentó el beisbol desde que era pequeñita porque casi casi nací en un campo de juego, tengo fotos de niña que me están sosteniendo para que me pudiera quedar de pie en un campo en el que jugaba mi papá, fue por eso que entré en este medio porque él sigue jugando hasta la fecha en las ligas de veteranos”.

Así fue como tuvo su primera labor dentro de una organización amateur, y sin bien le daban una remuneración económica ella lo podía hacer incluso sin cobrar porque esta experiencia le ayudó a obtener un bagaje que le permitió aprovechar la oportunidad que se le presentó de unirse a la Liga Invernal Veracruzana.

“Mientras trabajaba en la liga local de Izúcar donde jugaba mi papá, estudié Comercio Internacional y aproveché mis materias de contaduría y estadística para aplicarlas en el beisbol porque yo ya quería involucrarme en alguna organización para trabajar, hasta que un día un jugador profesional que se había quedado en mi casa porque lo habían contratado para jugar en Izúcar, me recomendó con un gerente de la Liga Veracruzana y así llegué en 2008”.

En poco tiempo se convirtió en una de las mejores del país, por eso la buscaron para trabajar directamente en la Liga Mexicana de Beisbol e incluso para dar el salto a Toros de Tijuana, hasta que en 2016 se le presentó la oportunidad de regresar a su casa, volver a su estado, para trabajar en Pericos de Puebla.

“Me llena de orgullo cuando reconocen mi trabajo, cuando me dicen que soy la mejora anotadora, como en 2015 cuando me llamaron de la oficina de la Liga Mexicana de Beisbol para que ya trabajara directo para la Liga. Estuve un tiempo ahí y después me fui a Toros de Tijuana antes de ir a Pericos a donde llegué en 2016 y desde entonces he estado aquí”.

Y su nombre ya ha trascendido en la historia pues se ha convertido en la primera y por ahora única anotadora profesional en México, siendo un ejemplo para la mujer como en su momento lo fue Ana Luisa Perea quien por más de 30 años fue stringer o compliadora en la LMB.

“La clave es ponerle amor a todo lo que se hace. Es algo muy bonito ser la primera y única mujer anotadora, me llena de orgullo, aunque fue algo sin querer no es que yo lo haya planeado así. A mí me comparaban con Ana Luisa Perea, pero ella era stringer, fue la primera mujer que se involucró en el departamento de estadística en el país, aunque ella nunca llevó un box score, vaciaba la información para generar la estadística”.

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