Comerse unas momias crujientes

*En un lugar llamado Las momias de La Victoria de la Ciudad de Puebla, un platillo crujiente, una salchicha bien cocida, con papas; una mezcla de sabores entre lo salado y lo dulce que son un éxito

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- Una salchicha envuelta en una masa de papa frita enrollada con tocino, todo dentro de un cono de papel repleto de papas fritas con aderezos y salsas, se ha convertido en un platillo icónico en la ciudad de Puebla.

Desde hace poco más de una década, una parada obligada es la Plaza de la Victoria, antes un mercado, antaño el centro de las actividades comerciales de la ciudad colonial y ahora llena de poblanos que pasean, conviven en familia.

Entre el vaivén de gente, un tren infantil que circula al interior de la plaza y las ofertas que lanzan los comerciantes ambulantes, hay un puesto que siempre tiene gente: las Momias La Victoria.

Lo mismo hay niños que saliendo de la escuela, enfundados con su uniforme y mochila en la espalda, corren con sus compañeros a  pedir una momia, como se le conoce a esa banderilla, a la que es imposible resistirse y con la que puedes terminar satisfecho, y no comer otra cosa.

Familias completas dispuestas a esperar en una fila, que aprovechan para saber si van a pedir su momia con papas, con medio litro de agua fresca o un litro, con una natilla de postre o simplemente su banderilla con aderezos sabor barbecue, salsa macha, catsup, mayonesa y/o mostaza.

Amigos que van a probar por vez primera el platillo, porque han escuchado de él por varios años y es la ocasión que han elegido para saber por qué en las calles de Puebla, sobre todo los fines de semana, puedes ver a las personas con su momia en mano, dándole una enorme mordida.

Es más tiempo el que una persona tarda en elegir y pagar su momia, que el de los empleados del lugar en hacerla, en un abrir y cerrar de ojos está en las manos el cono relleno de papas del que se asoma un palillo de madera, el platillo principal.

Para descubrir la momia, hay que comer y comer una papa tras otra hasta que sea posible observar la salchicha rellena y poder degustarla. Los dedos pueden terminar llenos de los aderezos.

La momia es crujiente, la salchicha está bien cocida y puedes comerla sin mayor complicación, una mezcla de sabores entre lo salado y lo dulce, es lo que logra la combinación de los ingredientes.

Si volteas a tu alrededor, la mayoría de los que se han sentado a comer, tienen en sus manos un cono, al que llaman conopapas, con ese palillo saliendo de él, porque no puede faltar la momia.

Poco a poco, las momias de La Victoria han salido de aquí, primero a unos pasos del centro comercial, luego a la calle de los Dulces en la 6 Oriente, después en la calle más concurrida del Centro Histórico: en la 5 de Mayo.

 

 

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