La lucha de la milicia en un museo

*En un imponente edificio, con tanques y aviones antiguos, el Museo del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos de la Ciudad de Puebla l, donde resguardan docenas de armas reales en perfecto estado

Carolina Miranda

Puebla, Pue.- Observar un potente y verde tanque de guerra antes de adentrarse a un mundo poco conocido, encrespa la piel.

El visitante sabe que ese carro de combate está en desuso, pero aun así impacta a los sentidos. Internarse en un lugar donde las letales armas y las guerras en las que participaron son el foco de atención, parece cosa difícil.

La historia de la humanidad está aparejada a los conflictos, nos han dicho los libros de historia. Es inevitable entrar al mundo de la guerra y qué mejor que hacerlo en un museo que cuida cada detalle y forma de esta.

En el Museo del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos de la Ciudad de Puebla uno puede descubrir el honor, valor y lealtad de mujeres y hombres a una patria, la mexicana.

Por sus iluminados pasillos, se pueden observar no sólo los orígenes y evolución de la historia mexicana militar, sino de la humanidad, con réplicas de armas antiguas y docenas de armas reales en perfecto estado de conservación.

Un paseo por las armas de los guerreros prehispánicos y su confrontación con los españoles, más tarde la conquista, para llegar a la independencia y la revolución, dos de los momentos armados más crueles de nuestro país.

Los pertrechos perfectamente conservados tras las pulcras vitrinas: hachas de piedra y cuchillos de pedernal, trabucos, ballestas, sables de caballería, rifles de chispa, machete-sables, cuchillos, bayonetas, pistolas, fusiles de asalto y vehículos blindados.

Ante una muestra de la tecnología bélica parece complicado hablar de belleza, pero este adjetivo puede aplicarse a piezas de una manufactura precisa e impecable.

En cada sala del sitio aparece mujeres y hombres valientes que enfrentaron a las tiranías, caudillos y revolucionarios que empuñaron un arma para defender ideales: Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra, Mariana Rodríguez del Toro, Miguel Hidalgo y Emiliano Zapata.

Las armas han sido protagonistas en la historia del hombre. Desde la prehistoria este ha buscado defenderse y hacer daño. Las armas, más tarde, pasaron a ser parte de la literatura, la pintura y la música (Tchaikovsky incluyó cañones en su célebre Obertura 1812 y Beethoven mosquetes y cañón en La victoria de Wellington). Hay crueldad y dolor en las armas, es cierto, pero también una suerte de belleza terrorífica que condensan la historia de la humanidad.

Una caminata por una historia que debe contarse, un lugar donde muchos regresan a sus infancias cuando jugaban a ser soldados, cuando veían en el cine épicos relatos de batallas con heroicos protagonistas. Admirar este museo es admirar plenamente nuestro transcurrir en el mundo y qué mejor que ver las armas sólo en un museo. 

 

 

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