*Con tambores, campanas, matracas y una bandera monumental, animan a Los Pericos de Puebla, en una tradición que se ha transmitido de generación en generación
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Pericos acaba de anotar una carrera en el parque Hermanos Serdán y eso solo significa una cosa: Porra San Antonio hará un estruendo con sus tambores, campanas, matracas y la bandera gigante recorrerá el pasillo central de las gradas.
La dinámica se ha repetido desde hace 65 años cuando un grupo de aficionados del tradicional Barrio de San Antonio se convirtió en la porra de la novena poblana, y a pesar del paso del tiempo, el gusto por el rey de los deportes se ha transmitido de generación en generación.
Durante este trayecto, los porristas han visto los cambios de franquicias: iniciaron apoyando a los Pericos campeones en 1963, pero luego desaparecieron en 1969, por lo que también vieron el nacimiento de equipos como Ángeles y Ángeles Negros que dieron dos banderines más a la ciudad.
“Nosotros siempre hemos estado con Pericos y el beisbol de Puebla, en las malas y como ahora en las buenas que estamos en la final”, dice uno de los integrantes mientras no deja de tocar uno de los nueve tambores con los que cuenta la porra que es liderada desde el 2000 por Adolfo Corona ‘El Gavilán’.
En todos los juegos como local, la zona de primera base preferente está destinada para la porra compuesta por adultos, hombres y mujeres, además de niños y jóvenes, quienes con enjundia tocan los instrumentos y gritan.
Los inicios de la porra fue en el estadio Zaragoza, ahora en remodelación y que pronto se convertirá en un parque público para la ciudadanía. En 1973 se mudaron al parque Hermanos Serdán, su segunda casa.
“Paso más tiempo aquí en el estadio que en mi casa”, dice otro porrista mientras de fondo se escucha al unísono el ‘Vamos Danny’ en todo el inmueble tratando de apoyar al jonronero boricua Danny Ortiz quien es el ídolo de la afición.
La porra San Antonio puede convivir tranquilamente con la de Analco, otro barrio tradicional de la capital poblana. Este grupo de seguidores se coloca al otro extremo, en la zona preferente de tercera base, donde por varios años entretuvo el ocurrente porrista Rabanito, quien falleció hace unos meses.
“A mi me gusta mucho el ambiente que le pone el Gavilán y toda la porra, es un entretenimiento muy sano, no como en el futbol que ya siempre se pelean, aquí no, sí podemos gritarles a los rivales, pero sin buscar peleas”, comenta un aficionado que se une a los gritos de los San Antonio.
La tradición de los barrios y del beisbol se une en esta porra que ha encontrado un amor desbordado por el deporte y, sobre todo, por el equipo de la ciudad, la razón para mostrar su apoyo incondicional.