*En pequeños puestos del Centro Histórico de la ciudad de Puebla se ofrece la mezcla de chiles verdes, masa de maíz y granos de elote, con un toque de epazote que son una delicia
Guadalupe Juárez
Puebla, Pue.- De la olla de barro repleta de un líquido verde se desprende un olor exquisito, una combinación de salado, picoso y maíz, similar al atole cuando es puesto a hervir: el chileatole poblano.
La escena se repite en puestecitos del Centro Histórico de Puebla: una mujer o un hombre con una olla sobre el carbón prendido en un bracero, moviéndolo de vez en cuando para luego servir una porción en un vaso.
En los días lluviosos es más frecuente observar a la gente formándose en espera de probar el manjar verde poblano, una combinación de algo caliente, pero picoso y salado.
Este antojito o platilllo es consumido en tres estados del centro del país, además de Puebla, Tlaxcala y Veracruz ofrecen a propios y extraños esta mezcla de chiles verdes, masa de maíz y granos de elote, con un toque de epazote.
En otros estados es hecho color rojo, como una especie de guisado en la que pueden echarle chito o hasta camarón.
El chileatole surgió en la época prehispánica, primero como bebida en la que molían granos de cacao hasta obtener una pasta, luego le agregaban atole de masa, chile, vainilla y miel de abeja.
Se desconoce a ciencia cierta el lugar específico de su creación, aunque se relaciona con las antiguas civilizaciones asentadas en Tlaxcala y Puebla.
Fue Hernán Cortés quien escribió sobre la existencia del chileatole y aunque era muy común, la receta se deformó al no ser aceptada por los españoles por el picor del chile en la mezcla, por lo cual al sólo dejar el cacao, se convirtió en el famoso champurrado.
En algunos puestos, sobretodo en el barrio fundacional de El Carmen, hay quienes piden el chileatole simple, sin ningún ingrediente extra. Hay algunos otros que prefieren que les agreguen bastante jugo de limón y chile en polvo, así como una porción de mayonesa y bastante queso rallado, como si fuera un vaso de esquites.
Aunque se preparen de una manera similar, no todos los puestos de elotes y esquites venden el chileatole, sólo se encuentran en los lugares tradiciones que cuentan con las recetas heredadas de generación en generación.
Sobre la avenida 16 de septiembre o en el Parque del Carmen existen opciones de encontrarse con este platillo prehispánico, lo mismo que en el barrio de Xanenetla.